Estas cifras son aproximadas debido al secretismo que rodea a la pena de muerte. Muchos gobiernos, como el de China, se niegan a publicar estadísticas oficiales completas sobre las ejecuciones, mientras que el de Vietnam ha llegado a declarar “secreto de Estado” las estadísticas e informaciones sobre la pena capital.
China es el país donde se llevan a cabo casi el 65 por ciento de todas las ejecuciones: en 2006 fueron ejecutadas al menos 1.010, aunque otras fuentes elevan la cifra entre 7.500 y 8.000. En China una persona puede ser condenada y ejecutada hasta por 68 delitos, incluidos delitos no violentos como fraude fiscal, malversación de fondos y delitos de drogas. Es preocupante que China siga liderando la lista de países que aplican la pena de muerte, cuando ya ha comenzado la cuenta atrás para los Juegos Olímpicos de 2008 en Pekín.
El 31 de octubre de 2006 se produjo una buena noticia al ser aprobada una enmienda legislativa que faculta al Tribunal Supremo Popular a revisar todas las condenas a muerte dictadas en China. Amnistía Internacional considera que es un paso positivo ya que puede traducirse en una reducción del número de ejecuciones, pero la organización insta a las autoridades chinas a abolir la pena capital totalmente.
Irán ejecutó en 2006 a 177 personas. Además, este país se ha convertido en el principal ejecutor de menores. En 2006 ejecutó al menos a cuatro y en 2005 aplicó la pena capital a ocho menores. Además, todo apunta a que en 2006 Irán reanudó las ejecuciones por lapidación.
Pakistán también ejecutó en 2006 al menos a un menor. Es preocupante que en el pasado año ejecutase a 82 personas, la mayoría de ellas sólo en la provincia de Punjab.
Irak se ha convertido en el cuarto país con el número más alto de ejecuciones, con al menos 65 personas en 2006. Las autoridades iraquíes están aumentando el uso de la pena de muerte, una pena impuesta en ocasiones tras “confesiones” televisadas, denuncias no investigadas de tortura y juicios injustos.
También Sudán ejecutó el año pasado a 65 personas. El Código Penal sudanés, basado en parte en una interpretación de la ley islámica, prevé penas como la flagelación, la amputación de miembros y la muerte por lapidación o ahorcamiento.
En Estados Unidos murieron ejecutadas en 2006 53 personas. Este país sigue condenando y ejecutando a personas con graves enfermedades mentales.
2 comentaris:
ostres !! et deixo uns dies i vas fort amb el tema de la pena de mort, res passaba a saludarte despres de les vacances
Es que este mundo sigue aún tan inhumano, insensible y además siempre los superiores, los todopoderosos siguen haciendo lo que quieren.
Nadie pone fin a esto?
Saludos Josep Maria!!!
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