Evidentment, els diaris i la delegació de govern parlen d'enfrontaments entre bandes d'"ideologia" diferent. El que si sembla cert és que el mateix dia hi havia una manifestació racista convocada per Democràcia Nacional en el barri d'Usera a Madrid i que Carlos anava a donar suport als seus companys antifeixistes del barri. També queda fora de dubte que el soldat apunyalà els dos joves amb un matxet de 20-25 cm.
El dfiario El Público deia de Carlos Javier:
"Carlos Javier Palomino cumplía 17 años la semana que viene. Hace uno dejó de estudiar, sus amigos cuentan que quería trabajar. Otros, que en el instituto Tirso de Molina de Vallecas le expulsaron por echar pegamento en las cerraduras.
Sus amigos aseguran que no estaba vinculado a ninguna banda: era un joven que simplemente se oponía al racismo y por eso participaba en las actividades de la Coordinadora Antifascista. Los vecinos de Vallecas dicen que era amable y educado. María Victoria, la madre de Carlos, que trabaja en un hospital, vive “de toda la vida” en la misma casa. Hace años que su marido no está y compartía piso con su madre y su hijo."
Comunicat del Foro Social de Madrid
CONTRA LA VIOLENCIA, POR LA CONVIVENCIA DEMOCRÁTICA
Comunicat del Foro Social de Madrid
CONTRA LA VIOLENCIA, POR LA CONVIVENCIA DEMOCRÁTICA
Hoy, una vez más, las ciudadanas y ciudadanos de Madrid declaramos en la calle nuestra voluntad de vivir en paz; nuestra inequívoca apuesta por la convivencia y nuestro más enérgico rechazo de la violencia. Ayer, 11 de noviembre, gentes de la extrema derecha asesinaron de una puñalada a un joven de 16 años; otros dos se encuentran en estado grave y además hay varios heridos leves.
Nuestro primer pensamiento es de apoyo a las familias y amigos de aquellos que han sido víctimas de esta salvaje agresión.
Sabemos perfectamente cual es objetivo de la extrema derecha responsable de estos atentados contra la vida de ciudadanos de Madrid: quieren que volvamos a tener miedo, quieren romper nuestra convivencia democrática, nuestro derecho a vivir en paz.
Salimos de la negra dictadura y conquistamos nuestro derecho a la convivencia, nuestra libertades con la movilización social y la palabra.
La democracia, que cada día seguimos afirmando, es la que conquista la igualdad entre mujeres y hombres; la que condena la violencia machista y repudia muertes como la de la última mujer asesinada también este domingo; la que defiende una sociedad plural y abierta, con derechos para las personas migrantes; la que lucha contra el racismo y la xenofobia; la de la sanidad y educación universales, públicas y de calidad; aquella que entiende la pluralidad lingüística como una riqueza.
La democracia ciudadana que construimos con la palabra y la movilización no entiende los avances sin la sostenibilidad del planeta o sin defender un reparto de la riqueza contra la exclusión y la pobreza.
La democracia que afirmamos es aquella que con orgullo ciudadano ha ganado el derecho al matrimonio para todas y todos.
Nuestra convivencia se basa en tales derechos y principios y la violencia de la extrema derecha nace contra ellos.
El dolor y la rabia contenida que provoca la muerte de hoy no nos va a desviar un ápice en nuestro objetivo: Defender la convivencia democrática, nuestro derecho a vivir en paz con las armas de la movilización social y la palabra.
Estos hechos no se pueden volver a repetir en Madrid. Pedimos a la delegación del gobierno de Madrid una actitud más firme contra quienes atacan con la violencia nuestra convivencia democrática y organizan actos racistas y xenófobos contra una parte de los vecinos de esta ciudad.
Estamos aquí, en la calle ,y en pie de paz con nuestro dolor y nuestra solidaridad contra la violencia y por la convivencia.
Nuestro primer pensamiento es de apoyo a las familias y amigos de aquellos que han sido víctimas de esta salvaje agresión.
Sabemos perfectamente cual es objetivo de la extrema derecha responsable de estos atentados contra la vida de ciudadanos de Madrid: quieren que volvamos a tener miedo, quieren romper nuestra convivencia democrática, nuestro derecho a vivir en paz.
Salimos de la negra dictadura y conquistamos nuestro derecho a la convivencia, nuestra libertades con la movilización social y la palabra.
La democracia, que cada día seguimos afirmando, es la que conquista la igualdad entre mujeres y hombres; la que condena la violencia machista y repudia muertes como la de la última mujer asesinada también este domingo; la que defiende una sociedad plural y abierta, con derechos para las personas migrantes; la que lucha contra el racismo y la xenofobia; la de la sanidad y educación universales, públicas y de calidad; aquella que entiende la pluralidad lingüística como una riqueza.
La democracia ciudadana que construimos con la palabra y la movilización no entiende los avances sin la sostenibilidad del planeta o sin defender un reparto de la riqueza contra la exclusión y la pobreza.
La democracia que afirmamos es aquella que con orgullo ciudadano ha ganado el derecho al matrimonio para todas y todos.
Nuestra convivencia se basa en tales derechos y principios y la violencia de la extrema derecha nace contra ellos.
El dolor y la rabia contenida que provoca la muerte de hoy no nos va a desviar un ápice en nuestro objetivo: Defender la convivencia democrática, nuestro derecho a vivir en paz con las armas de la movilización social y la palabra.
Estos hechos no se pueden volver a repetir en Madrid. Pedimos a la delegación del gobierno de Madrid una actitud más firme contra quienes atacan con la violencia nuestra convivencia democrática y organizan actos racistas y xenófobos contra una parte de los vecinos de esta ciudad.
Estamos aquí, en la calle ,y en pie de paz con nuestro dolor y nuestra solidaridad contra la violencia y por la convivencia.
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