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REUS | Lunes 26 de Noviembre, a las 07:15:h
La Guàrdia Urbana crea una unidad especial de mediación de conflictos Evitar el conflicto antes de que se produzca y ahorrarse una posible intervención policial. Éste es el objetivo básico de la nueva Unitat de Mediació i Resolució de Conflictes de la Guàrdia Urbana de Reus, creada recientemente. Se trata de un servicio pionero en Catalunya que apuesta por una cultura más preventiva que represiva y que está formado por cuatro personas, dos sargentos, una agente y mediadora y un educador social.
por joan morales |
«Hace tiempo que habíamos comprobado que con algunas actuaciones policiales sobre determinados conflictos -por ejemplo la presencia de jóvenes en determinados lugares con las consecuentes molestias a los vecinos- lo único que hacíamos era desplazar el problema a otras zonas de Reus, cuando lo mejor era mediar». Así explica el subinspector Manuel Rivera -máximo responsable de la Guàrdia Urbana de Reus- el origen de la creación de la Unitat de Mediació i Conflictes, un servicio que ha nacido hace pocas semanas con la función de cambiar la cultura policial y represiva, por otra de diálogo y preventiva.
La unidad está formada por los sargentos Miquel Molluna y Antoni Pallarès; la agente y mediadora, Elena Cobler y el educador social, Josep Lluís Requena. Para poder resolver un conflicto sin tener que recurrir a la acción policial, el sargento Pallarès tiene claro que «es muy importante que los afectados participen y se sientan implicados en la resolución de ese problema».
Sirva como ejemplo una de las actuaciones que ha llevado a cabo esta unidad desde su creación. Hace unas semanas, la Guàrdia Urbana recibió las quejas de unos vecinos ante la presencia de un grupo de jóvenes en una plaza de la ciudad hasta altas horas de la madrugada. «Hablamos con todas las partes», explica el sargento Pallarès, quien añade que «y pudimos comprobar que a estos jóvenes les faltaba un espacio en el que poder reunirse. Se pactó con ellos una ubicación en un sitio donde no molestasen a nadie. Les preguntamos qué les hacía falta y nos pidieron una mesa de ping-pong y unos bancos, por lo que contactamos con las Brigadas para que se los instalasen. Así se resolvió el conflicto».
A pesar de que el problema se solucione, desde esta unidad se hace un seguimiento del mismo. Además, tal y como explica Josep Lluís Requena, «podemos lograr que la gente vea a la Guàrdia Urbana con otros ojos, más como una policía preventiva».
Los ámbitos de actuación de este servicio son, básicamente, son los grupos de jóvenes, los colectivos de inmigrantes o los conflictos que se puedan dar en los centros educativos. Además, sus responsables están en permanente contacto con la asociaciones de vecinos para conocer de primera mano la problemática que existe en el territorio y trabajar conjuntamente con ellas.
No obstante, Elena Cobler recuerda que «trabajamos de manera transversal e intentamos localizar los conflictos en todos los ámbitos. No podemos separar, por ejemplo, el tema de la inmigración con el de juventud porque en la mayoría de casos van juntos».
Respecto al colectivo de inmigrantes, el sargento Molluna explica que «nos hemos reunido con padres para que sepan lo que hacen sus hijos. Como curiosidad, un magrebí me dijo una vez que en su país sería impensable poder estar conversando con un policía para intentar arreglar un problema». Otro de los objetivos de esta Unitat de Mediació i Resolució de Conflictes es organizar charlas en colegios e institutos de la ciudad.
1 comentari:
des de aquí t'animo a seguir per aquest camí, si tens queixes és que el que dius pica i ja se sap, a qui li piqui que és rasqui
salutacions
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